Estamos justo en la parte central de la estación de invierno, a primera vista el Parque Natural de Somiedo parece aún dormido, las osas preñadas en la pasada primavera posiblemente hayan dado a luz en sus escondrijos invernales, pero aún no han asomado pese al buen tiempo.
Todo permanece en calma, pero si nos acercamos a observar con detenimiento algunas aves han comenzado a incubar su puesta, se adelantan para que su único pollo nazca en una época de mayor abundancia y puedan alimentarlo bien.
Se trata del buitre leonado (Gyps fulvus) esta enorme rapaz de más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas, además cumple una de las misiones más importantes en nuestro ecosistema, ya que se alimenta de carroña, eliminando numerosos animales muertos y “limpiando” así nuestro entorno.
El Parque Natural de Somiedo posee una de las colonias más relevantes de esta especie en el Principado de Asturias, y su observación no es difícil incluso a simple vista, pero mucho más placentera si nos llevamos unos prismáticos o un telescopio.
Uno de los puntos mas importantes y accesibles para esta observación es el mirador de Aguino, al que se llega en vehículo desde Pola de Somiedo.
Desde este punto podemos observar a algunos ejemplares, que pese a su gran tamaño, se camuflan en los cortados rocosos mientras incuban su único huevo.